La mágica ciudad de San Francisco (California) puede presumir, entre otras muchas cosas, de tener el museo más ecológico del mundo. Y no es solo un mero título de lo más, que ahora tanto se lleva. La Academia de Ciencias de California, que nació en 1934, tras una increíble reforma rematada en 2008, logró la certificación LEED (Leadership in Energy and Environment) platino, la más alta distinción que el Gobierno de Estados Unidos concede a los edificios sostenibles. El arquitecto de este museo es Renzo Piano, ganador del premio Pritzker en 1998.
El museo cuenta con la muestra más grande del mundo en bosques tropicales. De tres lugares: Borneo, Madagascar y Costa Rica. Creciendo con su flora y fauna dentro de una esfera de cristal. Las fotos son impagables.
Además han sido capaces de crear el entorno del Amazonas en su estación más lluviosa con anacondas, pirañas y peces gato o bagres.
Tienen un acuario con las mismas características que la barrera de coral de Filipinas, la más profunda del mundo, con más de 3.000 peces tropicales distintos. En una marisma poco profunda nadan tiburones y peces raya. El ecosistema de la costa del norte de California también está aquí.
Y además de todo esto cuenta con uno de los mejores planetarios del mundo.
Ahora, vayamos a lo técnico, a la estructura del edificio. Los hechos que avalan que es un edificio sostenible de sobresaliente son:
1. Luce un techo vegetal de más de 10 hectáreas de extensión con casi dos millones de plantas autóctonas. El tejado se hizo ondulado para imitar las colinas sobre las que se levanta San Francisco. Y esta cubierta sirve de mucho. Atentos:
-Recoge 13 millones de litros de agua de lluvia al año, que se reutiliza en gran parte en el museo.
-Cuenta con 60.000 células fotovoltaicas para generar energía.
-Se instalaron paneles solares, que producen agua caliente.
-Hay ventanas automatizadas, que se abren y cierran, para regular la temperatura interior. De esta manera, se evitan gastos en aire acondicionado.
2. El 90% de los espacios tienen luz natural y vistas exteriores.
3. El equipamiento sanitario utiliza agua recuperada de la ciudad de San Francisco.
4. El 68% del aislamiento de las paredes del edificio fue realizado con el denim de pantalones vaqueros reciclados. Para que se vea que es real, ahí va una foto:
Con todo esto, es normal que la Academia de las Ciencias de San Francisco consuma un 30% menos de energía de lo que le exige la ley.
Parte de la información de este artículo se tomó también de la siguiente página:
http://es.wikiarquitectura.com/index.php/Academia_de_las_Ciencias_de_California
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